La intensidad de la luz está determinada por la fuerza o cantidad de energía que llega al motivo fotografiado. A la hora de realizar una fotografía podemos utilizar desde la escasa luz que recoge una escena nocturna, hasta la intensa iluminación de un sol radiante de mediodía. La intensidad de la luz que es reflejada por el motivo, se encargará de medirla, el exposímetro de la cámara, y determinará la relación de diafragma-obturador que debemos utilizar, y también la sensibilidad de exposición más adecuada.
En el caso de esta imagen han utilizado una lámpara que regula la intensidad de la luz.
ORIGEN
Atendiendo a su naturaleza o su origen se pueden diferenciar tres tipos de luz básicos. Luz Natural, luz artificial y luz ambiental, se la denomina también luz mixta.

LUZ NATURAL: La luz natural nos proporciona una gran variedad de condiciones luminosas, a la hora de fotografiar un motivo. La podemos encontrar filtrada y difundida por las nubes, reflejada por el suelo y por paredes, o rasante y coloreada por la atmósfera al atardecer. Puede producir sombras duras o suaves según las situaciones y cambia a lo largo del día y de la estación del año. Su principal inconveniente es la dificultad de controlarla, la habilidad radica en saber cuál es el momento y condiciones idóneas, para lograr la imagen que deseamos fotografiar.



surge de la mezcla de diferentes tipos de luz. La podemos encontrar en un interior iluminado artificialmente y por los rayos de luz solar, o en el exterior al atardecer, con las últimas luces del sol que se funden con la iluminación de bombillas o fuentes de neón. Normalmente suelen crearse contrastes de matices luminosos con distintas intensidades de color, por lo que resulta complicado en muchas ocasiones conseguir la exposición más idónea.
DIFUSIÓN
No hay comentarios:
Publicar un comentario